La psoriasis es un síntoma que puede ser bastante molesto y que afecta a muchas personas. Desde la perspectiva de la biodescodificación y la Nueva Medicina Germánica, este síntoma tiene un sentido biológico y muchas veces revela conflictos emocionales más profundos que habitualmente ni nos imaginamos.
Para entender la psoriasis, primero debemos contextualizarla. Este síntoma aparece como una manifestación de nuestra biología que busca hablar de algo más. A nivel físico, la psoriasis se caracteriza por la aparición de placas rojas y escamosas en la piel. Pero, desde la biodescodificación, cada síntoma está ligado a un conflicto emocional, a una historia no resuelta que nuestro cuerpo está intentando comunicar. Tradicionalmente, la psoriasis está relacionada con una sensación de falta de protección, ya sea por situaciones externas de estrés, falta de amor o incluso experiencias de rechazo.
Desde la Nueva Medicina Germánica, se entiende que estos síntomas son programas de supervivencia que intentan ayudarnos, que tienen una función positiva. En este caso, la psoriasis podría estar indicando un conflicto relacionado con la exposición, con querer mostrar algo de nosotros mismos, pero sintiendo a la vez que no somos aceptados, que hay un miedo a ser visto o juzgado. En términos simples, es como si nuestra piel, el órgano que nos protege, estuviese tratando de darnos un aviso: “hay algo que no te permite sentirte seguro en tu propia piel”.
Ahora bien, para mitigar este síntoma y abordar el conflicto emocional subyacente, podemos trabajar en varios frentes. Primero, es importante indagar en nuestra historia personal: ¿qué momentos, qué emociones o situaciones disparan ese malestar en la piel? Muchas veces es útil hacer un ejercicio de autoreflexión donde anotemos situaciones del pasado que aún podamos estar cargando. Pregúntate: “¿Cuándo sentí por primera vez esa necesidad de protegerme o aislarme? ¿Qué pasaba en ese momento?
Además, podemos trabajar en la reprogramación de nuestras emociones a través de técnicas como el Ho’oponopono, que es una práctica hawaiana que ayuda a sanar relaciones y conflictos internos. Una frase simple pero poderosa es «Lo siento, perdón, te amo, gracias». Puedes repetirla como un mantra cuando sientas la aparición de las lesiones, como una manera de soltar y reconciliarse con el conflicto interno.
Para cerrar, te propongo un ejercicio de mindfulness que puede ayudarte a conectar con el lugar del síntoma. Tómate unos minutos, busca un lugar tranquilo, cierra los ojos y lleva la atención a la zona de tu cuerpo donde sientes la psoriasis. Respira profundamente y visualiza que estás hablando con esa parte de tu cuerpo. Pregúntale qué necesita, qué quiere contarte. Escucha sin juzgar. Después, repite las frases de Ho’oponopono y siente cómo esa carga se disipa.
Recuerda que la biodescodificación no se trata solo de eliminar un síntoma, sino de comprender la razón por la cual ha llegado a aparecer. Este es un camino hacia la sanación profunda. Si te gustó este artículo, no dudes en compartirlo y seguirnos en nuestras redes como @bioakasha_ok. ¡Juntos podemos aprender a vivir mejor!