La obesidad es un síntoma que ha tomado mucha relevancia en los últimos años, y no solo por su impacto físico, sino también por las emociones y creencias que pueden estar detrás de ella. Desde el enfoque de la Biodescodificación, cada síntoma tiene un sentido biológico y un mensaje que nos invita a indagar más en nuestro interior.
Desde la mirada de la Nueva Medicina Germánica, la obesidad puede relacionarse con un conflicto emocional profundo, frecuentemente vinculado a sentimientos de abandono, soledad o incluso miedo a la falta. Nuestro cuerpo, en su intento por protegernos, almacena grasa como una forma de defensa, como si fuera una armadura para enfrentar el mundo. La grasa puede simbolizar también una forma de manifestar la necesidad de ocupar espacio, de estar presente, o de no ser invisible para los demás.
Los conflictos que se han registrado en las historias de vida muchas veces encuentran su eco en eventos de la infancia, como separaciones, pérdidas o momentos en los que la persona sintió que no tenía soporte en su entorno. Al analizar el árbol genealógico, pueden aparecer patrones familiares que revelan que esos conflictos no son solo personales, sino que resuenan en el clan. Muchas veces, detrás del sobrepeso se encuentra la creencia de que “debo protegerme” o “debo ocupar el espacio que no se me da.”
Es importante comprender que la obesidad no es solo un problema estético o de salud, sino un mensaje de nuestro cuerpo que nos invita a mirar hacia adentro. Preguntarnos: ¿qué necesito proteger? ¿de qué me intento defender? Esta indagación puede ser el primer paso para desactivar el programa que lleva a este síntoma.
Para trabajar sobre esto, un ejercicio que puede ayudar es el siguiente. Te invito a encontrar un espacio tranquilo, cerrar los ojos y conectar con tu cuerpo. Pon tu atención en la zona donde sientes el síntoma de la obesidad. Mientras te concentras, puedes usar las palabras de Ho’oponopono: “Lo siento, perdón, te amo, gracias.” Repite estas frases mientras imaginas que hablas con esa parte de tu cuerpo que ha estado guardando las emociones, como si le dijeras que ya no necesita seguir cumpliendo su función de protección al almacenar grasa.
Además, es valioso incorporar la práctica de la gratitud. Agradecer a tu cuerpo por toda la información que ha guardado y también por el esfuerzo que ha hecho para cuidarte. Esto crea un espacio de liberación y sanación, facilitando la transformación del programa que lleva al sobrepeso.
Recuerda que cada paso que das hacia la conciencia es un paso hacia tu sanación. Compartí este artículo con quienes creas que pueden necesitar esta información y seguinos en nuestras redes como @bioakasha_ok. ¡Juntos podemos crear un espacio de sanación y transformación!