El sentido de tus sintomas: Esclerosis mĂșltiple

La esclerosis mĂșltiple es un diagnĂłstico que, para muchos, suena aterrador. Pero desde la biodescodificaciĂłn y la nueva medicina germĂĄnica, podemos encontrarle un sentido que va mĂĄs allĂĄ de lo puramente fĂ­sico. La esclerosis mĂșltiple, tanto en su forma como en su evoluciĂłn, se relaciona frecuentemente con un conflicto profundo en la vida de la persona, un conflicto que puede ser emocional y mental, que se manifiesta en el cuerpo a travĂ©s de sĂ­ntomas especĂ­ficos.

Desde la Ăłptica de la nueva medicina, cada sĂ­ntoma tiene un sentido biolĂłgico. En el caso de la esclerosis mĂșltiple, podemos observar que esta enfermedad afecta al sistema nervioso central, especialmente a la mielina, la sustancia que recubre y protege las neuronas. Este proceso puede estar ligado a sentimientos de pĂ©rdida de control, aislamiento o disociaciĂłn de uno mismo. A menudo, quienes la padecen han enfrentado situaciones en las que se sintieron incapaces de expresarse adecuadamente, ya sea por la presiĂłn social, la presiĂłn familiar o experiencias (pasadas o actuales) que han generado un conflicto interno.

Emocionalmente, hay un trasfondo de temor y estrĂ©s, a menudo relacionado con la percepciĂłn de una amenaza. Las emociones como el miedo o la frustraciĂłn, pueden transformarse en pensamientos repetitivos que terminan generando esta respuesta en el cuerpo. Es como si nuestro cuerpo, en un intento de “proteger” nuestra salud emocional, comenzara a desreglar su funcionamiento normal.

Es esencial entonces cuestionarnos ¿Qué mensaje nos trae este síntoma? ¿Qué conflictos emocionales se estån manifestando a través de esta enfermedad? Muchas veces, la persona no solo tiene que ver con su propia historia, sino que puede haber cargas emocionales heredadas de su årbol genealógico. Las memorias y los patrones de nuestros ancestros pueden influir en nuestra forma de vivir y de manejar el estrés, llevåndonos a manifestar síntomas que, en realidad, son ecos de esas historias familiares no resueltas.

Para comenzar a trabajar estos conflictos, te propongo algunas prĂĄcticas. Primero, toma un momento para sentarte en un lugar tranquilo y hacer una autoindagaciĂłn. PregĂșntate: ÂżCuĂĄndo notĂ© por primera vez los sĂ­ntomas? ÂżQuĂ© estaba sucediendo en mi vida en ese momento? ÂżQuĂ© emociones sentĂ­a? Esto puede ayudarte a identificar el impacto emocional que desencadenĂł el conflicto.

AdemĂĄs, podĂ©s utilizar el mĂ©todo Ho’oponopono, una herramienta de sanaciĂłn hawaiana que nos invita a asumir la responsabilidad de nuestra vida y de sanar nuestras relaciones. Repite en voz alta o en tu mente: “Lo siento, perdĂłn, te amo, gracias”. Es una forma de liberar esos pensamientos o emociones que pueden estar atados a tu sĂ­ntoma.

Finalmente, te sugiero un ejercicio de mindfulness: cierra los ojos, respira profundamente y lleva tu atención al lugar del cuerpo donde sientes el síntoma. Imagina que le hablas a esa parte, preguntåndole qué necesita, qué mensaje quiere transmitir. Escucha sin juzgar; a veces solo el hecho de prestar atención puede traernos aprendizajes valiosos.

Hay un poder increĂ­ble en la autoexploraciĂłn y en el deseo de comprender nuestras emociones. La esclerosis mĂșltiple puede ser un viaje desafiante, pero con la guĂ­a adecuada y la disposiciĂłn de indagar en nosotros mismos, podemos caminar hacia la sanaciĂłn emocional y fĂ­sica.

Espero que estas reflexiones y ejercicios te sean Ăștiles. No dudes en compartilo con quienes creas que puedan beneficiarse y seguinos en nuestras redes como @bioakasha_ok. Tu bienestar es nuestro mejor mensaje.

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