Seguro, hablemos del eczema, un síntoma que puede ser bastante incómodo y frustrante. Desde el punto de vista de la nueva medicina germánica y la biodescodificación, el eczema se relaciona con conflictos emocionales que están manifestándose en la piel. La piel, en nuestro cuerpo, es una representación de cómo nos sentimos en nuestras interacciones y relaciones con el mundo.
Cuando hablamos de eczema, en términos biológicos, es una respuesta de nuestro organismo a un conflicto emocional no resuelto. A menudo, esto se asocia con una sensación de desprotección, una pérdida de territorio o el deseo de separarnos de algo que nos causa malestar. El cerebro, a través de esa conexión cuerpo-mente, genera ese síntoma en la piel para llamarnos la atención acerca de un tema importante que quizás estamos evitando enfrentar.
A nivel emocional, las motivaciones detrás del eczema pueden ir desde el estrés, la ansiedad, sentimientos de culpa o incluso frustración acumulada. Tal vez te sentís atrapado en una situación o en una relación en la que no podés expresarte libremente. Es importante tener en cuenta cuál es el origen de estos sentimientos: ¿hay algo en tu vida diaria que te esté generando angustia?
Para accionar a nivel emocional y ayudar a mitigar el síntoma, propongo que realices una autoindagación profunda. Podés hacerte preguntas como: ¿qué situaciones me generan este estrés? o, ¿hay conflictos en mis relaciones que necesiten ser resueltos?
Un ejercicio que podría ayudarte es practicar el mindfulness, que te permitirá estar presente y sintonizar con esas emociones que suelen estar reprimidas. Podés intentar lo siguiente: busca un lugar tranquilo donde puedas sentarte cómodamente y cerrar los ojos. Respirá profundamente, y mientras exhalas, imagina que estás soltando todo el peso de esos conflictos. Después, lleva tu atención al área donde sientes el eczema. Visualizá esa parte de tu cuerpo como si pudiera hablar. Preguntale: “¿qué me querés decir?”. Escucha tu intuición, y anota lo que surja.
Otra técnica poderosa es el Ho’oponopono. Este método se basa en la idea de que somos responsables de lo que sucede en nuestra vida, incluso del malestar físico. Podés repetir en voz alta (o mentalmente) la secuencia “Lo siento, perdón, te amo, gracias” enfocándote en el lugar donde sentís el eczema. Esto es una forma de liberar las emociones que hayan quedado atrapadas y de abrir un canal de sanación.
Por último, te animo a buscar ayuda profesional si sentís que el eczema persiste o se convierte en un problema serio. Recordá que el cuerpo habla, y muchas veces nos está pidiendo que prestemos atención a lo que sentimos.
Espero que esta info te sirva y si sentís que puede ayudar a otros, compartilo. No dudes en seguirnos en nuestras redes como @bioakasha_ok para más contenido.
Un abrazo grande y cuidate mucho.