El cáncer es un síntoma que, desde la perspectiva de la Biodescodificación y la Nueva Medicina Germánica, tiene un trasfondo emocional muy profundo. Ya sabemos que todo lo que pasa en nuestro cuerpo es una respuesta a lo que vivimos internamente. Entonces, cuando hablamos de cáncer, no solo estamos refiriéndonos a algo físico, sino a un conglomerado de emociones y vivencias que nos han llevado a esa manifestación.
A nivel biológico, el cáncer puede interpretarse como un intento del cuerpo de resolver conflictos no resueltos. Según la Nueva Medicina Germánica, que fue desarrollada por el Dr. Ryke Geerd Hamer, las enfermedades, incluido el cáncer, son vistas como «programas de supervivencia». Esto significa que esos síntomas, en vez de ser «errores» como comúnmente se piensa, tienen una función que busca la adaptación y la supervivencia del ser. Por ejemplo, el cáncer de mama puede relacionarse con un conflicto emocional que tiene que ver con la familia o la maternidad, mientras que el cáncer de pulmón podría ser un reflejo de un conflicto relacionado con el territorio o la falta de libertad.
Las motivaciones emocionales detrás del cáncer están a menudo ligadas a historias de dolor, abandono, culpa o desvalorización. Estos programas emocionales se instalan en nuestro inconsciente y, si no los abordamos, se van multiplicando en nuestro sistema, generando enfermedades. Es crucial entender que el síntoma busca señalarnos que hay algo en nuestra vida que necesita ser atendido.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Primero que nada, es fundamental una autoindagación sincera. Pregúntate: ¿qué conflictos o situaciones no resueltas pueden haber contribuido a esta situación? Puede ser útil recordar momentos que hayan sido especialmente estresantes, o traumas que no se han procesado. A veces, esos recuerdos o emociones pueden estar conectados a patrones familiares que heredamos.
Un ejercicio de conexión que puede funcionar es una práctica de mindfulness o PNL en la que te sientes tranquilamente y te enfocas en el lugar del síntoma. Lleva tu atención hacia ese lugar donde sientes el dolor o la incomodidad, y háblale. Puede sonar raro, pero tus células tienen memoria: “Lo siento, perdón, te amo, gracias” es una técnica de Ho’oponopono que puede ser muy sanadora. Este mantra te ayuda a liberar el peso que has estado cargando, lo que representa un camino hacia el perdón y la sanación.
Recuerda que cada vez que trabajas en estos conflictos emocionales, estás dando un paso hacia la sanación. La toma de conciencia es el primer paso; el segundo es permitirte sentir, liberar y aprender de esos eventos.
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