Seguramente te ha pasado alguna vez sentir náuseas, ¿verdad? Ese malestar que a veces viene sin aviso y puede arruinarte el día. Pero hoy quiero que miremos las náuseas desde una perspectiva diferente, más profunda y con sentido. En nuestro espacio de Bioakasha, trabajamos con la biodescodificación y la nueva medicina germánica, y aquí te cuento un poco de qué trata esto.
Desde la nueva medicina germánica, las náuseas no son solo un síntoma físico, sino que reflejan un conflicto emocional que nuestra mente no pudo resolver. Este malestar puede aparecer en respuesta a situaciones de estrés, ansiedad o emociones reprimidas. El cuerpo, en su sabiduría, activa programas de supervivencia que interpretamos como malestar estomacal. Es una forma de nuestro organismo comunicarse con nosotros, invitándonos a mirar hacia adentro y entender qué está ocurriendo en nuestro mundo emocional.
Entonces, ¿qué nos quieren decir las náuseas? En general, las náuseas están asociadas a la sensación de repulsión o desagrado hacia una situación que estamos viviendo. Podrían reflejar esa dificultad para «asimilar» algo en nuestras vidas, ya sea una experiencia, una relación o incluso una decisión que estamos postergando. Es como un “no me agrada” que resuena en nuestro sistema.
Ahora, hablemos un poco de la motivación emocional detrás de las náuseas. ¿Qué situaciones o conflictos podrían estar provocando este síntoma en tu vida? Muchas veces, tener que enfrentar situaciones complicadas, como decisiones difíciles, conflictos interpersonales o cambios importantes, puede disparar estas sensaciones. La inconsciencia suele manifestar malestar físico para protegernos de afrontar lo que parece amenazante o invasivo.
Ahora, ¿cómo podemos trabajar para mitigar este síntoma desde el nivel emocional? Te compartiré algunos pasos y un ejercicio que puedes realizar. Primero, es clave ser consciente de la emoción que está detrás de las náuseas. Te invito a que tomes un momento para preguntarte: ¿Qué es eso que no puedo digerir? ¿Hay algo en mi vida que me resulta molesto o que no quiero afrontar?
Luego, puedes practicar una técnica de mindfulness o PNL (Programación Neurolingüística). Busca un lugar tranquilo, cierra los ojos y respira profundamente. Lleva tu atención hacia la zona donde sientes el malestar. Imagina que el lugar en tu cuerpo donde sientes las náuseas tiene un mensaje para vos. Preguntale: “¿Qué me querés decir?”. Permítete escuchar, sin juzgar la respuesta que surja.
Y para cerrar, una hermosa práctica que aporta mucho en estos casos es el Ho’oponopono. Puedes repetir en voz baja o mentalmente: “Lo siento, perdón, te amo, gracias”. Esto te ayudará a soltar esos viejos patrones y conflictos que podrían estar alimentando tus náuseas.
Recuerda que cada síntoma tiene un propósito, una lección para enseñarnos. A veces, lo único que necesitamos es darnos un momento, escuchar y honrar lo que nuestro cuerpo nos quiere comunicar.
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