El hígado es un órgano fundamental en nuestro cuerpo, encargado de numerosas funciones vitales, desde la metabolización de nutrientes hasta la desintoxicación. Sin embargo, cuando presenta síntomas de enfermedad, esto puede ser indicativo de conflictos emocionales subyacentes que necesitan ser aclarados y liberados. En la Biodescodificación, cada síntoma tiene un mensaje que transmitir, y el hígado no es la excepción.
Desde la Nueva Medicina Germánica, se entiende que las enfermedades del hígado están relacionadas con la rabia y el resentimiento no expresados, conflictos emocionales que alteran nuestro equilibrio interno. El hígado es simbólicamente el órgano que se encarga de procesar y «digerir» las emociones densas, aquellas que nos causan malestar y que, si no se gestionan adecuadamente, pueden desencadenar su disfunción. Esto puede manifestarse en síntomas físicos como hepatomegalia, ictericia, entre otros.
Cuando nos enfrentamos a un desacuerdo familiar, una frustración laboral o una situación de poder donde nos sentimos amenazados, nuestras emociones pueden quedar atrapadas, y el hígado se convierte en el receptor de ese conflicto. Recordemos que nuestro organismo siempre busca la forma de sobrellevar los conflictos emocionales, pero muchas veces esos intentos pueden ser malinterpretados como sintomatología.
Para comenzar a trabajar sobre estos conflictos emocionales, es importante hacer una introspección sincera. ¿Qué situaciones en tu vida te han dejado ese sabor amargo? ¿Cómo has manejado la ira y la frustración hasta ahora? Es fundamental que puedas expresar esas emociones, ya sea escribiéndolas, hablándolas o incluso buscando un espacio seguro para liberarlas.
Una técnica útil puede ser el uso de Ho’oponopono. Este es un método hawaiano de reconciliación y perdón. Puedes decirte a vos mismo: «Lo siento, perdón, gracias, te amo», mientras te enfocas en la zona del hígado. Imagina que estás hablando directamente con tu órgano, pidiéndole perdón por todas las emociones que no han podido fluir y agradeciendo por el trabajo que realiza a diario en tu cuerpo.
También te sugiero un ejercicio de mindfulness. Busca un lugar tranquilo, siéntate cómodamente y coloca tus manos sobre tu hígado, el área a la derecha de tu abdomen. Cierra los ojos y respira profundo, usando la respiración para conectar con tu cuerpo. Al inhalar, imagina que estás capturando energía pura y sanadora. Al exhalar, visualiza que liberas toda esa tensión y conflicto acumulados. Haz esto durante unos minutos, dejando que la tensión se disuelva con cada exhalación.
Finalmente, recuerda que el camino hacia la sanación es un viaje de autoconocimiento y autocompasión. Cada síntoma es una oportunidad para trabajar y crecer. Compartir este mensaje puede ayudar a otros a entender sus síntomas de una manera más amorosa y consciente.
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